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COMUNICADO EN CONTRA DE LA INICIATIVA DE LEY PARA PROHIBIR LAS PELEAS DE GALLOS

PODER LEGISLATIVO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

H. SENADO DE LA REPÚBLICA LXII LEGISLATURA

LEGISLADORES: CC. GABRIELA CUEVAS BARRÓN

Y JORGE EMILIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ.

P R E S E N T E S.


Por éste conducto, con el carácter de Ciudadano de la República Mexicana, comparezco respetuosamente ante Ustedes para exponer:


En atención a lo que dispone la parte dogmática de nuestra Carta Magna por cuanto ve al interés legítimo que tutelan nuestras garantías individuales hoy derechos fundamentales; vengo a solicitarles tengan a bien aplicar la más amplia reconsideración a lo que han solicitado como iniciativa de Ley y reforma de la misma promovida respecto al trato animal y en particular a la arraigada tradición que como acervo cultural tiene nuestro país desde hace más de 500 años; “las peleas de gallos”, bajo las siguientes observaciones de hecho y derecho que a continuación expreso:


Si bien es cierto, el maltrato animal en la actualidad debe ser motivo por el cual exista un análisis riguroso en beneficio de la biodiversidad buscando su preservación principalmente, no obstante a ello sabemos de antemano que la humanidad recientemente ha sobrepasado límites que son de observancia plena por la conducta humana en razón de dicha temática y de ello se desprende entonces que tal conducta debe ser regulada, tan es así, que la bioética como disciplina del derecho ha dado como resultado, no nada más el respeto por los animales sino también por la vida en general, los hombres, las mujeres, la flora, la fauna y en general todos los seres vivientes; en realidad resulta complejo ¿no es así?, ¡claro!, pongamos el ejemplo real de los tan controvertidos temas de observancia mundial como la eutanasia, el tema del aborto, la procreación asistida, la clonación, las tragedias ecológicas por derrames de petróleo que devastan dicha biodiversidad y que cruelmente acaba con la vida animal y vegetal so pena de contaminar nuestros mares, ello representa un verdadero problema que hasta ahora no ha tenido regulación eficaz por no encontrar justificación legal pues su observancia radica principalmente en razonamientos jurídicos que se desprenden de la propia naturaleza del actuar del hombre, tanto por su conducta de actuar delictiva, como por su criterio para crear normas reguladoras, siendo así, no podemos negar que el tema amerite sólo animales, es complejo pensar que las irregularidades surgidas de la conducta humana se puedan solucionar con la simple prohibición de tales conductas sin observar antes de donde radica realmente el problema para proponer una solución.


Considero entonces que para regular las conductas humanas en cuestión y proponer posibles soluciones, será preciso observar, antes que todo, el comportamiento humano en la sociedad objeto de regulación de tal forma que no se vulneren otros derechos y me refiero a derechos de terceros, y ello, con base a lo que establece la teoría general del derecho convertida en ciencia, por lo tanto, es necesario proponer normas reguladoras con justificación mismas que tengan ámbitos de validez denotados claramente para determinar que tal norma, toda vez que se convierte en derecho positivo y/o vigente tengan la eficacia respectiva para regular y controlar la conducta del ser humano en sociedad generando un verdadero bien estar social, efectivamente, he dicho bien, “la eficacia respectiva”; con todo respeto señores legisladores, “recordemos que una norma para que tenga eficacia tiene que ser aplicada”, hoy por hoy, México adolece, sí, “Adolece” pese a que nuestro estado de derecho y democracia han florecido, y nuestro gobierno actual de reformas se ha estado consolidando a la par, es decir, gobierno y gobernados.


México adolece porque la impunidad y su hermana gemela la corrupción los invaden, es un hecho que el maltrato animal está presente señores, sólo entonces para detectar verdaderos problemas habrá que descubrir lo que significativamente se encuentra del otro lado de las “peleas de gallos” en México o mejor dicho de la cultura representada en el gallo de pelea, que inclusive ha sido considerada como patrimonio cultural en algunas regiones de nuestro país denotando así sin olvidar que México es reconocido Internacionalmente por sus culturas. Cuidado no quisiéramos perder nuestras tradiciones, pues para tal caso está en riesgo también la charrería, la fiesta brava, el jaripeo, y por lo tanto la pérdida de identidad de los mexicanos.


Si bien es cierto que, no se ha podido controlar la conducta humana a través de las normas con base a los temas de biodiversidad a nivel mundial, y así mismo ahora por cuanto ve a las temáticas que implican el uso del cinturón de seguridad, el alcoholímetro, el uso del celular cuando conducimos, el tema de la contaminación y los desechos de la basura que son conductas tan simples que involucran directamente la cultura del ciudadano y/o del individuo, mismas normas que se han caracterizado principalmente por ser evadidas e inaplicadas por las mayorías demostrado está, y aunado a ello el mencionado mal de la corrupción, cabe entonces mencionar, que difícilmente se podrá controlar la conducta del ser humano que se liga permanentemente con una cultura que tenemos arraigada en nuestro país por más de 500 años y que denota una clara cosmovisión e idiosincrasia no sólo del individuo mexicano sino del individuo a nivel internacional pues detrás de las peleas de gallos existe toda una actividad económica en el país que cada día tiende a una mayor diversificación de negocios.


Algunas de las actividades que han aparecido y están apareciendo como fuentes importantes de ingresos para las familias mexicanas, hasta hace poco eran inconcebibles como negocios, sin embargo el crecimiento poblacional que reclama empleos y la demanda efectiva que existe para este tipo de actividades que no son novedosas, justifican su existencia desde el punto de vista legal, económico, social y cultural.


Uno de los casos de extraordinario crecimiento y altas potencialidades de expansión en el futuro inmediato son las actividades relacionadas con los gallos de pelea. Uno de los indicios como premisa verdadera que pone en manifiesto probatorio que se ha vuelto una actividad importante es la crianza tradicional y ahora económica derivada de la variedad de animales de la especie aviar en México destinada para el combate, tan es así que cuenta con una sección de la Unión Nacional de Avicultores registrada en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y no nada más nacional sino también mundial. De forma paralela a la crianza y pelea de aves de combate, se han desarrollado actividades relacionadas que contribuyen de manera significativa como divisas para el país y que se han convertido en verdaderas industrias y artesanías del desarrollo de una parte importante del folklor nacional que constituyen las peleas de gallos desde hace siglos.


La actividad se ha desarrollado hasta ahora, básicamente de forma directa por los aficionados y dependientes económicos directos de este medio y es un hecho que ya representa una actividad con el apoyo técnico que se requiere de toda una gama de profesionales en la materia. Actualmente inclusive varias Universidades han incorporado la crianza, nutrición, fisiología y aspecto de agro negocio del gallo de pelea, en sus cursos y en algunos casos investigaciones completas en sus áreas de zootecnia. En muchas ocasiones se cuenta también con estudios técnicos, varios de los cuales han concluido con la elaboración de tesis profesionales de este tema involucradas con la formación de profesionistas en México.


Por lo anterior, no hay que dejar pasar desapercibido que como fuente principal del derecho existen los usos y las costumbres y estos a su vez se convierten en derechos, derechos que si se tornan coartados desencadenarían una problemática social de gran magnitud, ya que están en juego intereses económicos a nivel nación, al prohibir tal conducta del individuo se provocaría un perjuicio en detrimento no sólo del ingreso per cápita de un amplio sector poblacional de nuestro país, sino en detrimento del patrimonio nacional pues como ya lo mencioné esta disciplina cultural “la pelea de gallos” representa intereses generales para el país por haberse convertido en industria, además de representar intereses legítimos tutelados por nuestros hoy reconocidos derechos fundamentales, provocando inclusive una lluvia de amparos si es autorizada la prohibición que ustedes pretenden hacer valer en su propuesta, de tal forma que constituiría un alto costo al país por cuanto ve a la administración de justicia, a grandes rasgos, un desajuste que implicaría en los tres poderes que gobiernan el Estado asuntos públicos y políticos de muy alto costo.


Es de importancia precisar que nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en el artículo 4 “que toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, Así como el ejercicio de sus derechos culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y el desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa” (El Estado ha respetado por años éste derecho cultural arraigado en México de la pelea de gallos, resultaría agraviante, ineficaz, contradictorio y ajeno a justicia que ahora, después de un gran crecimiento cultural y económico derivado de tal rubro éste derecho en cuestión fuera prohibido).


Así mismo, es de trascendental importancia denotar que la norma jurídica que se desprenda de tales iniciativas y reformas por naturaleza tiende a ser omitida, no observada y por lo tanto no aplicada por el individuo y respectivamente por las autoridades, provocando caos, incrementándose la corrupción, fomentándose el clandestinaje, acrecentándose la impunidad, regresando a un estado caótico de aquellos tiempos del México careciente de un estado de derecho y careciente sobre todo de uno de los valores principales del derecho, la justicia; pues el problema de fondo no está en el maltrato animal, sino en la conducta del hombre que por naturaleza se desprende de su actuar como ser humano, aunado a la naturaleza propia del ave combatiente misma que en su estado social tiende con su agresividad a provocarse el daño, lesión e inclusive hasta la propia muerte de su rival y de su propia especie llámese sus condescendientes.


Agradezco de antemano la atención que le brinden a esta libre expresión y en vista de crear conciencia recíproca gobierno-gobernados en pro de un mejor país quedo de Ustedes.


Atte.


Lic. Omar Villafuerte Amezcua

E-mail: omarva32@hotmail.com.mx

Twiter: @omarvillaf

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